viernes, 28 de agosto de 2009

La primera media entrada

Ojo de cuervo seco era el pirata mas malvado de los malvados, navegaba en su navío contra viento y marea, contra norma y ley, marcando su rumbo y destino con cada giro de timón.


Viajaba por esos tiempos hacia las costas malditas de las islas desencantadas (conocidas así entre la comunidad pirata por sus escasos encantos) no existían en aquel lugar lagos de ron, ni los cocos eran cantimploras de rica cerveza, el único liquido destinado a saciar la sed en la pequeña isla era insípida, inodora e incolora agua. Pero nuestro pirata no buscaba en esta ocasión saciarse con embriagadores placeres, ni llenar su estómago (desencantos solo tenia buena fama entre las guías culinarias destinadas a vegetarianos), tampoco pretendía apoderarse de grandes tesoros...


Llegó a la mas que mencionada isla tras un duro viaje (pilló atasco, hay cosas que hasta un pirata no puede evitar). Una vez en la isla se dirigió hacia su destino, la cueva del tejón rechoncho. Según la leyenda allí vivía un tejón parlante que sabia todos los secretos del universo, la leyenda también cuenta que solo aquellas personas dignas de sabiduría conseguirían preguntarle su mas intima, preocupante, desagradable, inquietante o incluso tal vez inteligente duda. Claro está que las leyendas hay que leerlas entre líneas y todo el mundo sabe que lo más probable es que se tratase de un pequeño hombre que extasiado de la sociedad se decidiese a vivir en una solitaria cueva con la única compañía de sus libros, en un mundo de analfabetos normal que se le considerase ligeramente mas listo que al resto.


El caso es que nuestro valiente pirata haciendo un gran esfuerzo consiguió llegar a la recóndita cueva (para acceder a ella había que subir mas de 20 peldaños de madera!!)(21 y tres cuartos exactamente), pero sin duda o mejor dicho, con aquella duda como equipaje, merecia la pena el esfuerzo.



Historia sin acabar encontrada entre mis apuntes de parasitologia.
Desconozco su desarrollo y no recuerdo si tiene final
No se que única duda puede llevar a tan temeraria aventura, pues en un mundo
sin previa explicación es una dificil elección.

O quizás no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario