martes, 29 de septiembre de 2009

parte 1: El anuncio

Srta joven no fea, busca persona
Entre 25 y 45 añs para búsqueda de
Xperiencia en relación sentimental no formal
Obtencion de historia para relato




Este es el anuncio que publique hace unos meses en un periódico (con mas faltas de ortografía). No ofrezco otra cosa mas que lo que se anuncia, la palabra que intencionadamente se forma en vertical no es mas que un mero reclamo.

Varias veces había intentado sentarme delante del papel para escribir una historia que verdaderamente reflejase algún tipo de sentimiento, incapaz de conseguirlo he llegado a la conclusión de que lo que me hace falta es una verdadera historia o mejor dicho unos verdaderos sentimientos para inspirarme. Sé que poner un anuncio en el periódico buscando algo romántico o sentimental suena descabellado, parecen dos cosas incompatibles. Quien sabe, tenemos mucho tiempo por delante para comprobarlo.

Varias personas se han mostrado interesadas, las que no han llamado entre gemidos, han intentado que esto se convirtiera en un teléfono erótico de bajo coste o han intentado conocer el color de mi ropa interior han sido citadas para dentro de unos días.

Próximamente el transcurso de este experimento.

Parte 2

sábado, 26 de septiembre de 2009

Así mismo

Tras doce años de prisión voluntaria Alonso Siroco salió de su pequeña mazmorra, ilusionado por descubrir un nuevo mundo en el que los avances y los descubrimientos fueran el motor impulsor, la ciencia e investigación lo que daba sentido al desarrollo de nuestra sofistificación, explicación a lo desconocido y tranquilidad a los desesperados.

Puede ser considerado soñador por las esperanzas que no perdia al salir una y otra vez a la luz de la congregación de "hombres civilizados" orgullosos de su simpleza y felices mirandose ante el espejo de su estupided, con miedos absurdos y extraños pensamientos imposibles de demostrar como medio para paliarlos.

Puede ser considerado cobarde por esconderse una y otra vez por largos periodos en aquella mazmorra oscura y silenciosa, sin aprender a convivir con aquella sociedad y al mismo tiempo sin aprender a vivir su propia vida. Decidió refugiarse, imponiendo él mismo su própia pena que claramente seria mucho menos sangrienta y dolorosa que la que en cualquier momento le impondrian el resto de sus congeneres.

Hubiese dado igual en que momento hubiese decidido salir, cuantos años hubiese estado encerrado, la base del ser humano es la que es.